Una gran experiencia - Maratón Monterrey

¿Cómo comienza esta aventura? Todo comenzó en septiembre del 2009 cuando me paré en una báscula y marcó 107.8 kg y pensé hacer algo para evitar el problema.


Comienzo a trotar por la tardes y al poco tiempo me inscribo en mi primer 5k el 30 de octubre del 2009, la termino en 30 minutos y se me hizo muy gratificante cruzar la meta... y aquí comienza el sueño.

En la empresa en la cual laboro existe un club de corredores y está a punto de efectuarse el maratón Monterrey 2009. Escucho por los pasillos las pláticas y la emoción de los compañeros que correrán esta edición del maratón. Y qué decir de los comentarios el lunes después, las caras de satisfacción de haber terminado el maratón. Me entusiasmé y nació mi reto personal de correr el Maratón Monterrey 2010.


Durante todo el año a corrí carreras de 5 y 10 kilómetros, para el mes de marzo vuelvo a probar la báscula y ya solo marca 102 kg, ¡qué emoción sentir que mi esfuerzo va dando resultados!


En abril se efectúa el medio maratón de Nuevo León en la que tenía planeado correr, pero mi plan se ve frustrado al sufrir un tirón en la ingle derecha, esto por combinar entrenamientos con fútbol, me tomé una recuperación de 4 semanas inactivo y la decisión, muy difícil por cierto, de dejar el fútbol por un tiempo.


El 9 de agosto comienzo los entrenamientos. Las primeras semanas son ligeros, pero conforme avanzan las semanas se hacen más pesados y comienza a complicarse llevarlos al pie de la letra por cuestiones personales y familiares. Me doy cuenta que cumplir este objetivo no será nada sencillo.
  Pero no desisto de este sueño y acomodo mis horarios para seguir con este plan, levantándome en ocasiones a las cinco de la mañana para hacer mis entrenamientos; otras ocasiones corriendo en la noches y me daban las doce o más corriendo. Las corridas largas, que por trabajo no las podía hacer los fines de semana, las programaba para los martes por la noches, comenzando alrededor de las ocho y culminando ya muy tarde. Muchas veces corrí con sueño, cansado, con dolores y algunas hasta fastidiado, pero solo era cuestión que mi cuerpo comenzaraa calentarse para disfrutar de las corridas.


Debo agradecerles a mi familia el apoyo brindado, mi esposa, mis padres y hermana que me apoyaban cuidando a mis hijas. ¿Y mis hijas? A ellas les agradezco más que a nadie, ya que ellas siempre fueron mi motivación y fuerza, siempre corriendo conmigo ya que las llevaba en mi mente.


Llega la semana 16 de entrenamiento que es la previa al maratón, nuevamente pruebo la báscula, ya marca 91 kg, esta semana estuvo ligera hablando de corridas pero un poco ajetreada ya que el tema de sueño, nervios e impaciencia. Pero finalmente todo transcurre bien.


Martes 6 de diciembre, junta previa al maratón, se enfoca un poco más a los que correremos nuestro primer maratón, tips, hidratación, motivación son puntos que se vieron durante la junta.


Viernes 10 de diciembre, me dispongo a hacer la carga de carbohidratos, vamos con el equipo del trabajo a un restaurante de comida italiana y pido espagueti con albóndigas, creo que nunca había comido tanta pasta en tan poco tiempo como esta semana previa al maratón.


Sábado 11 de diciembre, me dirijo a cintermex a recoger mi número, aquí comienzan un poco los nervios al ver en la fila a muchos corredores que se ven experimentados, incluso con sus playeras del maratón de ediciones anteriores. Me entregan mi bolsa con mi kit: una gorra, mi número (2531) y chip. Mi número trae mi nombre, qué gran sensación. En ese momento ansío que llegue la hora del disparo de arranque, pero trato de calmarme ya que aún faltan unas horas para eso. Logro ubicar a algunos miembros del club, los saludo y no puede faltar la foto del recuerdo.


Salgo de cintermex rumbo corporativo de la empresa donde laboro, se expondrá una conferencia motivacional llamada “Como correr tu mejor maratón” expuesta por un maratonista de 67 años con casi 200 maratones corridos. Y de tantos tips me quedo con dos bien marcado el de disfrutar el maratón y no pensar en apenas llevo tantos kilómetros, mejor pensar solo faltan tantos kilómetros.


Domingo 12 de diciembre, un día muy especial porque festejamos los mexicanos a nuestra virgen de Guadalupe. Suena mi despertador a las 5:00 AM es momento de ponerse de pie y disfrutar el día, me doy una ducha y me dispongo a cambiarme, compruebo que la temperatura es de 12 grados, excelente temperatura para correr. Comienzo a cambiarme short, calcetones, playera de club ya con numero colocado y un pants que me regalaron mis padres en mi cumpleaños, con este pants siento que ellos van conmigo y comienza una emoción a invadirme y a sentirme maratonista.


Salgo de mi casa a las 5:45 AM, llego al parque fundidora cerca de las 6:15 AM, en la salida ya está la gente del club tomándose fotos. A las 7:00 AM finalmente el cronometro marca 00:00:00 y comienza avanzar quiere decir ya se hizo el disparo de arranque, no lo escuché, tal vez por los nervios, ya todo está hecho lo bien o mal que lleve mis entrenamientos ya no contaba, ya solo contaba lo que hiciera de ese momento hacia delante para poder alcanzar mi reto personal.


Los primeros 2 km me sirvieron para calentar bien e ir perdiendo poco a poco el nerviosismo, de este momento en adelante comienzo a disfrutar de la carrera, al km 3 me alcanza un corredor con el que coincidí en la recogida del dorsal, corre conmigo unos metros y me aconseja agarrar mi ritmo, que no le meta mucho porque el maratón apenas comienza, le agradezco el consejo y se adelanta, qué rápidos se fueron los primeros 5 km, pero los he disfrutado mucho.


Voy por el km 6 y viene el primer inconveniente, comienza a darme la sensación de orinar pero no veo baños móviles, al 7 aproximadamente ya por Av. Revolución veo que muchos corredores salen detrás de una barda es un terreno solo y noto que lo acaban de tomar como baño público, sin pensarlo me dirijo y vacio para poder continuar la carrera cómodamente, ya he pasado varios abastecimientos de agua en los cuales las gente alienta para seguir con ritmo de carrera, ya he pasado por donde hay unas porritas y unos matachines que bien se siente el apoyo durante el trayecto.


Llego al km 10 con un tiempo de 1:08, no está mal para mis objetivos de correr a 7 minutos el kilometro, llego al cruce de Av. Revolución y Av. Sendero y veo a Charly el fotógrafo oficial del club y levanto mi dedo pulgar para la foto en señal de siento bien.


Paso el 15 y mi rodilla izquierda comienza a darme algo de lata, decido parrar para caminar un poco, escucho que me gritan: "¡Ánimo, Gerry! Eran Mary y Frank unos amigos que me animan a seguir, les contesto que estoy tomando aire, que los sigo, ya tenía un minuto caminando y comienzo a trotar al km 17 y el dolor de rodilla desaparece de forma podría llamarle mágica y nunca me volvió el dolor durante la carrera.


Agarro mi ritmo y ya estoy pensando en llegar al km 20 donde estaría el módulo de abastecimiento de la empresa donde laboro, qué inyección de ánimo, al escuchar gente gritar mi nombre y darme gritos de aliento, logro identificar a Carmen que choca mi palma, Juan Carlos Acosta que choca mi puño izquierdo y Arturo que está tomando fotos, pareciera que me pasaron energía, logro pasar el km 21 en un tiempo de 2:25, pienso en lo bien que siento y que si duda terminaría el maratón.

Llegando al 23 veo un corredor con disfraz de Griego con su espada y armadura, lo saludo y me pide que siga, que ya nos falta menos y así era, pero se acercaba lo más duro de la carrera, llegando al km 25 una señora me regala una bebida y me bebo la mitad de un solo trago, qué bien se siente el sabor a naranja. Al pasar por Calzada del Valle hay un grupo de Rock tocando en un escenario móvil y vocalista me saluda y grita “animo Gerardo” le agradezco levantando mi mano en señal de saludo y agradecimiento por el apoyo.


En el km 28 estaba Jaime el marido de Mary, que me regala otra bebida y me menciona que Mary pasó hace 5 minutos y pienso en que no voy tan lento. Llego al 30 en un tiempo de 3:30 voy bien con mi objetivo de correr a 7 minutos el km, decido dar una caminata para tomar aire y dejar descansar un poco los músculos, después de caminar unos 200 metros intento comenzar a trotar y mis piernas no responden y comienzo a pensar que fue un error haber parado a caminar, finalmente logro concentrarme y coordinar mis piernas y se me viene a la mente un email de una compañera del club que había repartido los 42 kilómetros cada kilometro se lo dedicaría a una persona, pero en mi caso era ya muy tarde para repartir los kilómetros que me quedan así que pensé rápidamente en cómo repartirlos.


Del 30 al 35 se los dedicaré a mis padres, del 35 al 40 se los dedicaré a mi esposa e hijas, y los últimos 2,195 km los estaría corriendo por mí mismo.
Fue una buena idea la repartición de kilómetros, ya que me ayudó mucho motivacionalmente, del 30 al 35 qué dura se volvió la carrera, mi paso ya es más lento creo que estos últimos 5 km he hecho más de 40 minutos en recorrerlos; en el km 35 me encuentro a Manuel quien también me regala una bebida y me acompaña trotando a mi lado y haciendo plática, dando palabras de ánimo diciéndome que ya llegué, que solo faltan los últimos kilómetros.


Sigo por la Av. Zuazua pasando por la catedral y qué difícil es correr por el adoquín de la avenidas de la Macro plaza es un castigo para mis tobillos, paso el Palacio de Gobierno y comienzo a sentir cansado, mis músculos no tienen voz pero si la tuvieran gritarían de dolor, decido caminar un poco, a los pocos metros hay un abastecimiento, tomo 2 vasos unos me lo tomo de inmediato y el otro en sorbos pequeños, eso me ayudó ya que vuelvo a trotar al km 38; una niña me regala un pedazo de plátano, qué bien, ya me está calando el hambre y entro a Santa Lucía y hago una pequeña vuelta o retorno para dirigirme al Parque Fundidora, antes del 40 paro y estiro los músculos de mi espalda, hay una familia que dice mi nombre y me alienta me dice que solo faltan 2 km, les agradezco el apoyo y vuelvo al trote, entro al parque, ya escucho el ambiente de la meta, es el mismo punto donde arrancó el maratón hace casi 5 horas, el mismo punto donde estaba ahí parado con nervios a no terminar este gran reto.


Pero ya estaba cerca, muy cerca, y más seguro que nunca de terminarlo, ya solo me faltaba la vuelta al parque, pero qué largo se me ha hecho, cuántas veces no lo he recorrido en entrenamientos y ya solo es cuestión de recorrerlo una vez más para ser maratonista, para lograr ese gran sueño, ya todo estaba hecho, estaba culminando esta gran aventura que recordaría siempre, llego al km 42, hay una valla humana de gente apoyando y aplaudiendo y ya solo faltan 195 metros, llego al éxtasis total, siento que quiero gritar, mis ojos quieren llorar, pero contengo la emoción y disfruto esa llegada a la meta, levanto mis brazos porque me siento un campeón, quedo como en el lugar 1500 o más, con un tiempo de 5:18 pero eso no importa, lo conseguí soy maratonista y logré vencerme, logré demostrarme a mí mismo que los límites me los pongo yo y nadie más, ahora sé que puedo hacer mucho con proponérmelo, siendo constante y disciplinado.


Llego a la zona de medallas, me han puesto mi medalla en el cuello, esta medalla que la conservaré con mucho cariño, la conservaré como prueba de un logro porque me ha costado mucho conseguirla, inmediatamente también me he puesto mi playera de finalista que me la dejaré todo el día.


Finalmente el día lo termino durmiendo temprano por lo agotado de la carrera, pero con una sonrisa enorme al conseguir esta Gran Azaña.


Gerardo Medina Rosales


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