Entrenamiento de fuerza.
Muchos deportistas tienen mucha fuerza de voluntad, lo cual es muy bueno, pero olvidan entrenar la fuerza, de modo que aunque se sientan mejor pueden estar acortando su vida deportiva.
Antiguamente se decía que el corredor no debía hacer pesas porque se iba a muscular en exceso, su volumen corporal aumentaría, y el corredor de fondo era todo lo contrario. Lo cierto es que para conseguir un volumen de músculo tan exagerado como para parecer un culturista, deberíamos hacer un trabajo tan específico que nos ocuparía horas de trabajo.
Así que no hay que preocuparse, se debe trabajar la fuerza como una cualidad fundamental de nuestro entrenamiento. Hay que hacerla bien, con peso libre o ejercicios corporales, de forma que conseguiremos un cuerpo más proporcionado.
En relación a la fuerza con el maratoniano, uno de los miedos típicos cuando corremos un maratón, es que pensamos que en el kilómetro 30-35 nuestro rendimiento baja por haber entrenado pocos kilómetros, cuando en realidad, el problema es que lo que ha faltado es entrenamiento de fuerza.
El calzado.
Nuestros pies están formados por 26 huesos, 20 músculos y 100 ligamentos cada uno. Es una de las partes más complejas de nuestro cuerpo, garantizándote una buena salud general si empezamos cuidando bien los pies.
Se tienen datos de que el ser humano ya se protegía los pies antes de Cristo. Lo hacian con modelos tipo sandalia y su finalidad no era solo para ir más cómodo, sino para prevenirse de los impactos y el calor del suelo. Fue en el siglo XIX cuando se fabrican los primeros zapatos de pie izquierdo y pie derecho. Pero no hasta los 70, cuando una de las marcas que más conocemos a nivel mundial saca su calzado para amortiguar nuestros impactos en el suelo.
Sus campañas espectaculares, como hizo el tabaco o las grandes cadenas alimenticias, convencieron a la sociedad. Calzarse unas zapatillas muy amortiguadas principalmente en el talón, nos iban a prevenir de lesiones. El tiempo no les ha dado la razón. Las zapatillas han sido la forma de acomodar mucho más a la sociedad y en vez de entrenar su técnica de carrera, prefieren gastar más y de esa forma ser un comodón y poder seguir talonando y no correr con esos engorrosos apoyos de metatarso.
Desde que llevamos calzado la forma de nuestro pie ha cambiado. En relación a la deformación que el ser humano esta sufriendo en sus pies, es impactante estas imágenes de hace más de 100 años y que están tomadas a personas que nunca se habían calzado. Vemos pies mucho más anchos, que dan sensación de más estabilidad, no como en la imagen de pies actuales, con los dedos más amontonados y estrechos.
Reflexión.
Extraído del blog PROPÓSITO SALUDABLE
El entrenamiento de fuerza y los entrenamientos de velocidad son algo más que levantar pesas en el gimnasio.
Las rozaduras están consideradas como un tipo de lesión y son de las más comunes entre los corredores.