Síndrome de la cintilla iliotibial

Hay una patología que es muy característica en corredores y ciclistas, que se manifiesta por dolor en la parte externa de la rodilla, sobre todo cuando la flexionamos y extendemos, tanto para correr, como para pedalear. Tendremos que pensar en el síndrome de la cintilla iliotibial o rodilla del corredor (no confundir con patología femoropatelar conocida también con el nombre de rodilla del corredor). Así se llama porque es muy común en corredores de larga distancia.


Cintilla

Esta cintilla iliotibial es un gran cordón de colágeno inelástico que va desde la pelvis hasta debajo de la rodilla y ante su tensión rozará tanto en la cadera como (y sobre todo) en el fémur, en su parte más baja, en el cóndilo externo. Cada vez que se da un paso, roza con el fémur, pasa hacía adelante al flexionar y hacia atrás al extender la rodilla, también se la conoce como la lesión del limpiaparabrisas por la manera en que pasa por el cóndilo del fémur como si lo limpiara.


Existen características de las personas que hacen que sea más fácil sufrir esta lesión, como por ejemplo, tener las piernas arqueadas (es decir, al juntar las piernas los tobillos tocan entre sí pero las rodillas se quedan separadas (genu varo), y también por pisar en pronación lo que conlleva una rotación interna de la tibia (muy característico en pies planos).


Otros factores que dependen menos de nuestra anatomía son, por ejemplo, el correr con unas zapatillas que tengan la suela externa desgastada, correr por carreteras, ya que tienen algo de inclinación hacia sus laterales o correr por terrenos demasiado duros (asfalto) o blandos (barro).


Cintilla

Otros factores que tienen que ver con nuestros malos hábitos (o con no tener buenos hábitos, mejor dicho) y otra vez nos toca nombrar los estiramientos y no será la última seguro, es tener glúteo mayor y piramidal acortados.


Aparte de por palpación en la cara externa de la rodilla y también en la tibia, os explico, justo debajo de la rótula, a unos cuatro dedos notareis un saliente en el hueso (se llama tubérculo de Gerdy). Pues bien, palparos un poco externo a este tubérculo y si duele podéis sospechar con más razón que padecéis la lesión, ya que es donde se inserta la cintilla iliotibial. Además, si va aumentando el dolor al tiempo de carrera o con irregularidades del terreno o cuando vas cuesta abajo, tendrás más razones para pensar que tienes ese problema.


Esta lesión es de las denominadas muy incapacitantes, por lo tanto mucha gente se asusta pensando que el menisco le "caducó", pero antes de asustarnos debemos obtener información ya que en un grado elevado nos puede impedir incluso caminar.


La mejor manera de prevenir esta lesión, o de tratarla en sus fases iniciales, es estirando bien la cintilla y además los músculos con los que se vincula, ya que es realmente el acortamiento de estos músculos el motivo por el que se puede generar la lesión. Aquí os dejo una serie de estiramientos para controlar este proceso. Os animo a que si tenéis esta molestia o queréis prevenirla, hagáis estos ejercicios pero con calma, es decir, mantener la postura más de tres minutos con el fin de generar un estiramiento real y con una tensión que no provoque dolor.



David Nogueiras Pérez: Fisioterapeuta, Osteópata, Acupuntor, Miembro de Atención al Deportista.


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