Imaginemos un coche que precisa de combustible para funcionar, si en su depósito no hay gasolina no funcionará; y si hay poca solo funcionará un tiempo determinado, pero terminará parándose. Así pues, para que el coche no se detenga es necesario rellenar el depósito con cierta frecuencia, a medida que se va agotando. La gasolina se obtiene del petróleo, pero esto no quiere decir que si le echamos petróleo al depósito el coche pueda funcionar.
Nuestro cuerpo es una máquina que necesita para su funcionamiento un combustible especial, que se conoce con el nombre de ATP (adenosín trifosfato), que no es más que una molécula compuesta por tres sustancias: adenina, ribosa ytres moléculas de fosfato, al romperse sus enlaces desprende la energía que precisa el músculo para poder funcionar. Cada vez que se rompe un enlace (flecha azul en el esquema) se desprende energía, la molécula se va degradando de forma paulatina, como se ve en la imagen, pasando por otros compuestos más sencillos: ADP (adenosín difosfato) y AMP (adenosín monofosfato).
El desgaste de los niveles de ATP es mayor cuanto más elevada es la intensidad y duración de la contracción, por lo tanto un corredor de velocidad agotará más rápidamente el ATP que un corredor de maratón, porque las contracciones del primero son mucho más intensas.
Uno de los problemas fundamentales del músculo es el poder disponer rápidamente de grandes cantidades de energía, para poder sustituir el ATP que va utilizando. Dicho de otro modo, los depósitos deben irse rellenando al tiempo que se vacían ya que, de lo contrario, el músculo no podría seguir trabajando. Este fenónemo sde restitución del ATP es posible gracias a las vías de obtención de energía. Volviendo al símil del coche, de la misma forma que la gasolina se obtiene del petróleo, el ATP se obtiene de los alimentos. Por lo tanto, es imporante desechar la idea de que los hidratos de cabono, las proteínas o las grasas son utilizados directamente por el músculo. Estos, gracias a una serie de procesos y reacciones químicas, terminan todos ellos en la sustancia final, ATP, la auténtica "gasolina muscular".
Para que se produzca la restitución y se origine la reversibilidad de la reacción, se precisa una energía adicional que proviene de los sustratos alimenticios, a través de esos mecanismos conocidos como las vías de obtención de energía que metabolizan estos sustratos reproduciendo las moléculas de ATP. Estas vías son tres:
- Vía anaeróbica aláctica.
- Vía anaeróbica láctica.
- Vía aeróbica.
Todas ellas trabajan de forma simultánea, aunque ejercen predominio unas sobre otras en función de la duración e intensidad del ejercicio.