Esta ciudad periférica al sur de Madrid, fue testigo en enero de 2012 de la demostración clara y rotunda de que estoy creciendo en esto de las carreras. Estuve cerca, muy cerca de batir mi récord personal de medias maratones, ahora mismo en 1 hora 48 min y 42 segundos en la media maratón de Valladolid.
El domingo comienza levantándome a eso de las 5, había que desayunar bien. Voy hacia el minibús donde estaban mis compañeros también listos para partir rumbo a Getafe. El ambiente era festivo, de bromas continuas.
Llegamos algo tarde a Getafe, había que recoger dorsal y hubo bastante jaleo, me costó un rato. Luego a vestuarios y dejar la bolsa en el guardarropa, y a la salida sin calentar y sin apenas estirar, lo que me produjo bastante estrés.
Comienza la carrera, empiezo a notar que me duele un poco la maldita periostitis, pero no le doy importancia, me pasa siempre al principio de correr. La carrera iba rápida, pero había mucho que correr, así que poco a poco voy cogiendo el ritmo y confianza, me voy animando.
En el km 5 bebo un trago de agua del avituallamiento, pero la noto bastante fría.
Más tarde había un tramo de bajada bastante larga que me ayudó a coger fuerzas. Más adelante se me desató la zapatilla derecha y me tuve que parar, me ato el cordón como puedo y pego un sprint para recuperar posiciones rápidamente, enseguida noto mi primer flato, era el km 8 o así, faltaba mucha carrera, así que expiro fuerte y me meto la mano en el abdomen afectado, recupero algo, pero las piernas pesaban un poco y a base de pundonor, fuerza y coraje, logro otra vez coger más ritmo. Estaba disfrutando, me estaba sintiendo atleta otra vez, por momentos era "Luis", el de antes de que una periostitis me tumbase. Me sigo animando, pero en la subida al estadio me vengo algo abajo, reduzco un poco el ritmo para poder recuperar mejor, busco el agua con afán en el avituallamiento del km 10, bebo otro trago, pero esta vez el resto me lo echo por el pelo aunque estuviese fría, eso me refrescó bastante, ya que pegaba el sol de manera importante.
La carrera continúa con altibajos pero jamás pierdo la fe y la fuerza interior que siempre tengo en cada carrera, quería acabarla, para eso había venido a Getafe, me dio un flato, un amago de flato ya en el último tramo allá por el km 17, miro el reloj, las pulsaciones andaban bastante altas, por las 180, me cuesta respirar, me pesan las piernas, noto que el recto se me podía romper y las rodillas me empezaban a doler un poco. Con este panorama había que llegar a la meta como fuera, así que bebo agua en el último avituallamiento y tiro con lo que me queda dentro de mí hacia la meta. Lágrimas de esfuerzo resbalaban por mi cara, confundiéndose con sudor, pero el público de Getafe, siempre animoso, y las personas que me venían a mi mente en aquel momento, me dieron el subidón importante que necesitaba. A todas ellas no había que fallarlas de ninguna manera, así que enfilo recto hacia la puerta del estadio donde me esperaba la ansiada meta, veo el marcador con el crono de lejos, veo que puedo hacer algo grande, tiro un último sprint brutal hacia la meta, en plena pista del tartán, cruzo la meta con un grito alborozado de esfuerzo y satisfacción enorme. Tiempo: 1 hora 48 minutos y 46 segundos, a un ritmo de 5:09.
Por momentos pensé que a falta de confirmación oficial, podría haber batido mi propio récord y aprieto el puño, lo celebro, saludé a varios compañeros me dieron la enhorabuena, y exhausto me tumbo boca arriba en el césped del estadio, me entra una risa floja mezclada entre lágrimas, cojo mi bolsa de corredor y devoro todo lo que hay dentro de ella, aquarius, pastas, galletas, cacahuetes, un poco de todo.
A la salida me esperaba el bus sin solución de continuidad, todos comentábamos cómo nos había ido la carrera y la nota general es que estábamos muy contentos con los tiempos realizados.
Luis Alberto
Getafe (Madrid) - Enero de 2012