Todo empezó como un sueño

Era una tarde de verano, las fiestas de mi ciudad, me encontraba de frente al ordenador, y por cosas que tiene la vida miro la pagina web de la XXIII Media Maratón Ciudad de Valladolid, que se iba a celebrar después de las fiestas. Me quedo pensativo durante unos instantes y de repente, noto dentro de mí un impulso incontrolable, quería hacer algo que jamás me había atrevido a hacer, nada más y nada menos que correr una Media Maratón de 21 km.


De manera que me fui a hacer la inscripción previa, era una locura, estaba ilusionado, mucho, a decir verdad, pero el tiempo no estaba a mi favor, pues tan solo me quedaban 20 días para entrenar y coger algo de fondo físico, aunque había hecho algo de gimnasio, no era suficiente para una carrera de semejantes características, de modo que me pongo manos a la obra, tanto es así que me compro al instante unos pantalones ajustados, una cita para el pelo, un par de muñequeras y una camiseta de tirantes ajustada, ropa que posteriormente fue la que lleve el día de la carrera. Estreno todo lo que me compré casi de inmediato, no había tiempo que perder.


Empiezo a salir a correr, unos 4 días a la semana por los alrededores de mi casa y de la ciudad, durante 30 minutos un día, otro unos 45 minutos, y así hasta casi 1 hora o algo más, cada día subía mi nivel de exigencia. Las agujetas no tardaron en llegar, pero no me importaban demasiado. Para correr siempre me llevaba mi bidón de agua con azúcar, limón y bicarbonato, más algo de fruta o barritas energéticas, mi cronómetro y por último mi Mp4 repleto de canciones que me daban una energía extra.


Increíble, entrené con lluvia, con viento, con calor y con dolores, y también por momentos, libre y fortalecido. Se sucedían los días y se acercaba la carrera, entreno muy poco, quería llegar muy entero. Llega el sábado previo a la carrera, a la tarde voy a recoger el dorsal, mi primer dorsal, el numero 1288, allí se sucedían los comentarios de la gente que iba a participar. Unos comentaban lo larga que era la prueba, el tiempo que llegaban preparándola, yo a uno de los colaboradores le dije de manera inocente que unos 20 días, me contestó que estaba loco, que era un logro si conseguií tan solo acabarla.


Llega el gran día, 18 de Septiembre de 2011, 10 de la mañana la salida, recuerdo que la noche me la pasé prácticamente en vela, sin apenas dormir nada, me levanté a eso de las 8:00, desayuné un té y un par de tostadas con aceite y azúcar. Preparé el petate y tomé un taxi hasta la línea de salida de la calle Miguel Iscar. Al llegar dejé el petate de ropa en el ropero que nos proporcionaba la organizacion, me di mis masajes previos en las piernas con aceite especial que compré, me coloqué el chip entre los cordones de mis zapatillas, coloqué el dorsal en el pecho, y a calentar, no mucho porque en un cuarto de hora comenzaba la prueba.


Momentos previos al inicio, comento a uno de los participantes si puedo usar el Mp4, él me dice que no hay problema. El ambientazo es impresionante, más de 1000 atletas populares llegados de muchas partes están en la calle, la carrera empieza rápida, muy rápida, temí no poder seguir el ritmo, había que recorrer 5 km en 33 minutos, 10 km en 1 hora 6 minutos y 15 km en 1 hora 39 minutos, de no hacerlo podrias quedar descalificado. Yo estaba animado, no miraba mucho al crono y me guiaba más por mis propias sensaciones, aderezado además por la música de Camarón de la Isla de mi Mp4 que estaba dándome una fuerza y una motivacion extraordinaria.


Llego al km 5 con buen tiempo, esto iba tomando forma, pero sabía que la carrera iba a ser muy larga, pronto lo pago con un flato, pero me ayudo del agua del avituallamiento, un trago corto y el resto me lo hecho por encima, ya que hacía calor. Me aprieto en el abdomen y expiro fuerte, no queria tirar la toalla tan pronto. La carrera se sucedía y las piernas me iban respondiendo, pero me ahogaba en mi propio aire, así que bajo el ritmo y tomo aire de nuevo. Mentalmente estaba en un punto de seguir o abandonar, pero decidí retarme a mi mism. La meta no estaba tan lejos, era el km 15. Entonces una fuerza se apoderó de mi, aprieto los dientes con fuerza y empiezo a adelantar corredores, en ese momento siento todo, dolor y placer al mismo tiempo, así hasta la llegada a meta en la Acera de Recoletos, repleta de público que animaba a todos los atletas, eso me terminó de animar, y por fin me dispongo a cruzar la meta, aprieto los dientes con fuerza, con rabia, senti ganas de reir y llorar al mismo tiempo, solo sabía que había llegado a la meta, algo que ni tan siquiera podía llegar a imaginarme nunca. Era inmensamente feliz, aunque estaba muy dolorido. Me repuse con isotónicos, fruta, y barritas que daban con la bolsa del corredor a los que acaban la prueba. Acabé con un tiempo de 1:48:42, ya acabada la prueba veo atletas que eran del equipo de atletismo mi barrio, hablo con ellos durante un buen rato y me convencieron para ir a conocer el grupo y entrenar con ellos, y asi fue, terminé el domingo con mucho orgullo, pero también con unas agujetas de campeonato.



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