Todo comenzó casi sin proponérmelo. Un día en una reunión de personal un compañero de trabajo me comentó que estaba apurado porque terminara la reunión, ya que tenía que salir a correr. Y entonces pensé, si él que tiene mi misma edad (47) y es capaz de hacerlo, ¿por qué yo no?.
Así que cuando llegué a mi casa sorprendí a mi esposa diciéndole que iba a buscar mis viejos pantalones cortos (de los años 90!!!) y que iba a salir a correr. Esa era la idea, pero darse cuenta que la última vez que lo había hecho era más de 20 años atrás, y que los años no habían pasado en vano, fue solo cosa de los primeros 100 metros, donde me quedé sin una gota de aire, literalmente boqueando como pez fuera del agua. Pero claro, no podía decir que mi nueva actividad había durado tan poco, así que caminé un poco, traté de trotar un rato más y volví a casa. Busqué por la Red y empecé caminando y trotando hasta que pude completar mis primeros 20 minutos sin parar.
Llegó el verano y entonces con más tiempo y un poco de lecturas empecé a correr tres veces por semana, hasta llegar a hacerlo sin parar durante una hora, y entonces como se acercaba la fecha de una de las carreras populares de la ciudad de Carmen de Patagones (que está a escasos 500 metros de la mía, al otro lado del Río Negro) decidí anotarme e intentar llegar a mis primeros 10k.
La sugerencia a mi señora fue que llevara el termo y el mate porque iba a tardar bastante y me acompañó uno de mis hijos que se animó a correr una de las preliminares, solo para hacerme el aguante.
A las 6 de la tarde del día 9 de marzo de este 2014 sonó la orden de largada y allí salí. Me coloqué a la derecha, cual auto en carril lento, y di las dos vueltas de 5 km que estaban estipuladas en 50:19 pero más que el tiempo, que no era lo que me importaba ni mucho menos, fue darme cuenta que podía intentarlo y lograrlo. Toda una alegría sentir esa emoción y la necesidad de volver a repetirlo.
Cuando hace 5 meses empecé a correr pesaba 106 kilos, hoy estoy en 92 y sin recurrir a dietas ni nada extraño, otro motivo de felicidad. Ahora estoy preparando mi primera media maraton, si todo sale como lo estamos preparando será para el 1 de junio.