Los calambres o rampas (es correcto decir de las dos formas, pero se usa más la primera) son contracciones de los músculos que causan dolores severos. Son más frecuentes durante la noche o en la práctica de ejercicio físico. En el caso de los deportistas los calambres son más comunes cuando se está empezando la preparación física, pero también puede ocurrir cuando ya existe una condición física muy evolucionada.
Estas contracciones son también muy comunes cuando uno llega a cierta edad (desde 40/50) y se producen debido a varios factores, de los cuales los más habituales son trastornos electrolíticos (que son en gran parte debido a la insuficiencia renal y la deficiencia de algunos minerales como magnesio, calcio y potasio); deshidratación (también debido a los bajos niveles de magnesio y calcio); la exposición a diferentes temperaturas (sobre todo no se debe correr cuando hace mucho calor); bajo nivel de oxígeno y el ejercicio físico intenso.
- Haz estiramientos después del ejercicio: aumentan la circulación de la sangre que proporcionará una recuperación más rápida.
- Mantente hidratado: como hemos dicho, la deshidratación puede provocar calambres. Una forma fácil de identificar si estás hidratado es verificando el color de la orina (la orina oscura sugiere que hay deshidratación). Beber agua o ingerir una bebida deportiva antes y durante el ejercicio es fundamental.
- Reposición de electrolitos: después del ejercicio hay que asegurar que se ha hecho esa reposición, a través de la ingestión de comida o de suplementos. Aquí una buena forma de conseguirlo será haciendo la ingestión de suplementos de recuperación. Los aminoácidos y BCAA's son los suplementos más importantes para ayudar a recuperar.
- Comida saludable: una buena alimentación hará disminuir la probabilidad de tener calambres. Si tienes dificultad para hacer una alimentación equilibrada y variada, ayúdate con la ingestión de complejo de vitaminas y minerales. También bajos niveles de magnesio y potasio pueden provocar calambres.
- Vestimenta adecuada: Sobretodo para corredores el uso de zapatillas adecuadas para correr es muy importantes. Si se usan unas zapatillas poco confortables o no indicadas para correr, se pueden atrofiar los músculos y provocar calambres.