En una carrera da tiempo de pensar mucho. Vemos, observamos, nos fijamos en los otros corredores, en el público... En mi última carrera me fijé mucho en los avituallamientos y quiero hacer unas consideraciones muy obvias sobre las botellas de agua que nos ofrecen. ¿Os habéis fijado cuántas botellas de plástico se tiran en las zonas de avituallamiento de corredores? Cientos. Normalmente casi todos los corredores suelen echar unos tragos e inmediatamente la tiran en esa parte de la carrera, inundando el suelo de botellas vacías y agua derramada.
Hasta aquí poco problema, las botellas se pasan por encima o se pisan y no pasa nada, pero hay algunos corredores que tienen la costumbre de colocar el tapón de la botella y tirarlas tapadas. ¿En qué se convierte una botella medio llena con el tapón puesto? En una piedra. Ni más, ni menos. Una botella tapada es un obstáculo duro como una piedra que si lo pisas producirá, como mínimo, una molesta torcedura o una caída. Sin embargo, si el tapón no está colocado y pisamos la botella, ésta se aplastará, y como mucho podremos tener un resbalón (que tampoco es poco).
Así que, por favor, cuando toméis agua en las carreras y tiréis la botella... no le cerréis el tapón, tiradla hacia un lado, junto a las aceras o arcenes, donde no moleste a los corredores que vienen detrás y SIN CERRAR el tapón.
Y en estos tiempos en los que nos estamos concienciando de la necesidad de reciclar el plástico, le pedimos a los organizadores: ¿Cuesta mucho trabajo colocar, a unos 100-200 metros de la zona de avituallamiento, unos contenedores abiertos? Así se podrían recoger la mayoría de las botellas usadas. Si este gesto se convirtiese en un hábito la mayoría de los corredores reservaríamos la botella para arrojarla cuando lleguemoas a esos contenedores.